Historia de la Municipalidad de Chañaral
Diarios antiguos de Chañaral, señalan que antes de 1875, el puerto vivía totalmente olvidado del Gobierno y todo lo que se hacía era por el exclusivo esfuerzo de los vecinos. Las postergaciones y reducciones presupuestarias para esta Subdelegación dependiente de Caldera, llevó a que el 19 de agosto de 1875, se reunieran más de seiscientas firmas para respaldar la iniciativa de tener una Municipalidad en Chañaral.



Para concretar este objetivo, el 11 de julio de 1875 se realizó un “meeting” en la plaza, acordándose luchar decididamente para lograr este anhelo de toda la población. Hasta el popular personaje “Pajarito” reclamaba “más morlacos para Chañaral”. Los integrantes de la comitiva que solicitaron a nombre de la comunidad una Municipalidad separada de Caldera, fueron los vecinos Martín de la Ribera, Aniceto Prenafeta, Saturnino Sánchez, Francisco Tellez y Artemón Frías.
Caldera discurrió todos los medios posibles para impedir los propósitos que anhelaba la gente de Chañaral. Para ello buscó el apoyo de parlamentarios y de personeros del Gobierno. Pero los habitantes de este puerto siguieron lidiando para no continuar dependiendo de la Municipalidad de Caldera, lo que se consiguió, a pesar de los obstáculos que tuvo que enfrentar en el camino.
Los sólidos argumentos del primer puerto en el Norte de Chile, estaban a la vista en 1875 con su pujante desarrollo minero, marítimo, industrial y comercial y con el sostenido trabajo en importantes asientos mineros como Las Animas, El Salado, Carrizalillo, Pueblo Hundido y otros que entregaban cuantiosas sumas al erario nacional.
Las cartas llegaron hasta la presidencia de la República, las que tuvieron una acogida favorable, por cuanto el 13 de septiembre de 1875 se creó por decreto la Municipalidad, denominada Territorio Municipal de Chañaral, bajo las firmas de don Federico Errázuriz y de don Eulogio Altamirano.
Hitos Históricos en el Contexto Nacional
Antes de 1875, Chañaral era puerto fronterizo en el norte de Chile. Y lo fue sin tener ningún aporte ni ayuda del Estado. La instalación de sus fundiciones y otros establecimientos industriales, la explotación de sus yacimientos mineros, las construcciones de muelles, de caminos, del ferrocarril, de escuelas, hospital, teatro y otras instituciones, se debió únicamente a la iniciativa privada. He aquí que el primer hito de su gente, fue asentar con su individual brío el primer puerto limítrofe en el norte del país en el siglo XIX.
El segundo hito histórico fue que desde este lugar se inició la conquista del llamado Despoblado de Atacama. Chañaral era el punto de partida de todas las expediciones que recorrieron el extenso e indómito desierto. A la sazón, desde este distrito comenzó la colonización del Norte de Chile.
Estos formidables paradigmas yacen aún recónditos y no han sido abordados, ni estudiados por la historia oficial. Chañaral en el pasado fue sinónimo de tesón, sacrificio, inteligencia, compromiso, esfuerzo, voluntad, visión y entereza. Su emprendedora gente legó una enorme lección, que hoy sus pobladores no han sido capaces de percibir y menos emular.



Impaciencia por la Municipalidad
Pasado un mes del meeting efectuado en la plaza, un grupo de inquietos vecinos se preguntaba en el diario local:
“Que hai de esto? ¿Por qué la comisión encargada de redactar la solicitud demora tanto sus trabajos? ¿Se han resfriado los ánimos con las burlas que nos hacen desde Caldera?
Se afirmaba que las negativas actitudes de Caldera, no desalentarían ni ahogaría “el espíritu progresista de este pueblo”. Tampoco haría caso de las argucias solapadas que constantemente ponía en juego este puerto para sojuzgar a este vecindario a sus conveniencias.
Todos deseaban la consecución de la idea de progreso que estaba en la mente y aspiraciones de los ciudadanos, quienes perseguían un propósito que habían sustentado y desarrollado durante meses, y en el cual estaban vinculados sus propios intereses como vecinos y propietarios de Chañaral.
El artículo de prensa insistía en que la demora era efectiva, aunque se reconocía los entorpecimientos que la comisión había sufrido, por haberle negado la autoridad de Caldera los datos que le habían solicitado.
Al final, estos vecinos les pedían a los miembros de la comisión que activara sus trabajos, pues de esa petición dependía que el Supremo Gobierno conociera los recursos y necesidades de este puerto, y de esta manera, tener la posibilidad que se fundara una Municipalidad.



Carta solicitud de la Comisión Pro Municipalidad de Chañaral
Los vecinos le remitieron una carta al Intendente de la Provincia de Atacama, para que a través suyo la hiciese llegar a S.E. el Presidente de Chile. En este fundamentado manuscrito se solicitaba la creación de la Municipalidad local. La epístola fue publicada el 19 de agosto de 1875 en el Diario “La Voz de Chañaral”.
La carta remitida a S.E. el Presidente de la República, por intermedio del Intendente de la Provincia de Atacama, fue redactada por una comisión conformada por cinco personalidades: Martín de la Ribera, Aniceto Prenafeta, Saturnino Sánchez, Francisco Tellez y Artemón Frías, siendo firmada por seiscientas personas.
En esta solicitud se pone en conocimiento a S.E. la realidad minera, industrial, urbana y social del puerto, y sus expectativas económicas para sostenerse en el desierto. De la misma manera, se le informa al gobernante de las necesidades más urgentes; los aportes monetarios que entrega a la Municipalidad de Caldera y los gastos que hace Caldera en Chañaral, los que son muy dispares.
Este fehaciente antecedente tiene un valor incalculable, por cuanto permite apreciar el enorme sacrificio de los habitantes por hacer sustentable una localidad en el desierto.
Septiembre de 1875
Antes de un mes, el Presidente de la República, Federico Errázuriz, acogió favorablemente la solicitud de los pobladores. Por Decreto de 13 de septiembre de 1875, se creó el Territorio Municipal de Chañaral, que lleva las firmas del ya nombrado mandatario y de don Eulogio Altamirano.
La noticia fue recibida con mucha alegría por el vecindario, siendo ensalzado este significativo suceso con varios actos y festejos.



Instalación de la Municipalidad de Chañaral
1876 fue recibido por los vecinos con salvas de cañón, voladores, luces de bengala y tocatas musicales. Desde las doce de la noche, la popular zamacueca se dejaba oír por todos los pobladores que recorrían las calles derrochando alegría.
En las residencias de familias acomodadas, se escuchaba el piano, el violín y otros instrumentos en animadas tertulias. No faltaron los gritos de júbilo por la creación del municipio.
La instalación de la Municipalidad, quedó estampada en los registros históricos de la ciudad. Así lo estimaron las autoridades y las diversas organizaciones ciudadanas de la época, que no repararon en resaltar la importancia que tuvo esta acertada medida del Supremo Gobierno para el futuro desarrollo del puerto.
Extractos del libro “La Historia de la Municipalidad de Chañaral” del escritor Chañaralino Sr. Omar Monroy López.